AMULETOS


“Los cabalistas entendieron que el hombre es un microcosmo, un simbólico espejo del universo; todo, según Tennyson, lo sería.”
Jorge Luis Borges, El Zahir

Cuando se observan los motivos en los tejidos de la comunidad que habita en la Isla Taquile (Lago Titicaca, Perú) o los accesorios corporales de los pueblos originarios del Matto Grosso (Brasil) parecerían objetos cuyo sentido último sería estético, utilitario. Sin embargo, si se indaga en las formas, los materiales y los procesos cómo están hechos cada uno de éstos, por ejemplo, un cinturón bordado con figuras geométricas que representan un calendario agrícola cuyos hilos son cabellos de ella como regalo a él, quien lo viste, se empiezan a develar la riqueza de los sentidos y conocimientos con los que estos objetos se hallan animados.
Con estos antecedentes trabaja el proyecto “Amuletos” que busca, a través del pensamiento animista, indagar en los diferentes sentidos que van adquiriendo los objetos y en las posibilidades que este pensamiento ofrece en el proceso de creación: todo está vivo. Un amuleto, en el sentido estricto de la palabra, es un objeto portátil de protección. En el caso de este proyecto, también es un objeto artístico, ensambles en miniatura conformados por tres materiales que además hablan a través de las características de su propia materialidad y son escogidos bajo los siguientes parámetros:
1. El primero deberá estar relacionado con algo encontrado
2. El segundo con algo regalado
3. El tercero deberá ser parte de una estructura más grande.
Cada amuleto es un objeto único resultado de un proceso de creación en el que tanto los materiales como la forma hablan y materializan esa “ánima” que el beneficiario, al llevarlo sobre el pecho, lo activa para protección, creatividad, belleza de lo imperfecto, de la fiesta, entre otros. Algunos de ellos han sido regalados, otros vendidos y otros intercambiados.